Día 1. Pasada de Valdeón – Collado Jermoso
¡Llegó el momento de arrancar el Anillo de Picos 2021!
Después de una planificación exhaustiva y de «engañar» a mi padre, Manolito, para que me acompañara en esta super-ruta, nos vimos en el coche yendo desde Zamora hasta el bonito pueblo de Posada de Valdeón, donde iniciaríamos la ruta de 8 día que nos llevaría por los Picos de Europa.
Cargamos mochila, nos echamos bien de crema solar y calentamos un poco el cuerpo para ir entrando en materia.
Tenemos las piernas frescas y muchas ganas. ¿Te apetece el plan?
Nos queda muuuucho por delante.
¡Vamos allá!
- LO MEJOR
- Vistas increíbles: puesta de sol en Ref Collado Jermoso
- LO PEOR
- Muy dura con mal tiempo.
- Colchones muy estrechos en el refugio.
- A TENER EN CUENTA
- No apta para gente con vértigo. Primer tramo muy expuesto.
- No hay fuentes en el camino.
- EL REFUGIO
- Buena atención, comida y ducha caliente (4,5€)
- Espacio para dormir en colchoneta muy reducido.
Antes de conocer los detalles de la ruta, te informo como siempre de la importancia de ir siempre bien equipado para desarrollar la actividad con la máxima seguridad. No olvides leer la entrada de EQUIPO USADO para asegurarte de que no te olvidas nada importante 😊
¡EMPEZAMOS!
Cómo llegar ¿Dónde dejo el coche?
Iniciamos el Anillo de Picos en la preciosa localidad de Posada de Valdeón (León). Tomando un cafelito y rellenando el agua en la fuente municipal del pueblo.
Dejamos el coche en una calle del pueblo, aparcado durante los próximos 8 días, sin mayor problema pues había sitio de sobra.
Existen varios bares para tomar un café, e incluso una panadería abierta desde primera hora para comprar el pan para comer en el camino.
Desde esta fuente iniciamos el camino, con las primeras montañas a nuestros lados, en dirección a la siguiente localidad: Cordiñanes.
A continuación tenéis el track en nuestro perfil de wikiloc, para poder descargarlo y cargarlo en vuestro GPS de MANO con el objetivo de afrontar la ruta con garantías:
La Crónica
Iniciamos el Anillo de Picos en la preciosa localidad de Posada de Valdeón (León). Tomando un cafelito y rellenando el agua en la fuente municipal del pueblo.
Existen varios bares para tomar un café, e incluso una panadería abierta desde primera hora para comprar el pan para comer en el camino. Desde esta fuente iniciamos el camino, con las primeras montañas a nuestros lados, en dirección a la siguiente localidad: Cordiñanes.
Pueblecito casi sin servicios, pero que sirve de inicio para introducirnos en la primera de las pendientes. Aparecemos en un área de recreo con mesas y demás, donde encontramos un cartel que señaliza la subida a Collado Jermoso.
Desde ahí hacia arriba nos esperan unas 4 horas de subida (+ descansos). Una cadena fijada a la pared nos ayuda a salvar el primera tramo de ascenso por un sendero empedrado con gran exposición al vacío.
El tiempo espectacular que nos hizo nos dejó disfrutar de las increíbles vistas; un bosque de hayas nos sirvió de lugar idóneo para realizar una parada para hidratarnos y comer algo y desde ahí fuimos ascendiendo hasta una pradera que nos indica girar a la izquierda. Ahí comienza a crecer el desnivel.
Serán 2 horas más las que resten hasta llegar a Collado Jermoso. A través de senderos empedrados e incluso alguna trepada sin exposición.
El Refugio
Collado Jermoso está bastante modernizado y tiene mucho tránsito. Es posible dormir con tienda de campaña en el exterior, aunque de noche las temperaturas bajan mucho.
La atención y la comida es bastante buena. Nuestro menú consistió en patatas con carne y filetes con puré de patata, y de postre natillas. Para desayunar pan con mantequilla y mermelada, café (lo que quieras) y cereales.
La cerveza de cañero, a 4,5€ los 0,5L … pero la puesta de sol no tiene precio.
En cuanto a las habitaciones y camas en el refugio, decir que me parecieron demasiado estrechas hasta el punto de que es el espacio justo para echar el saco. Tienes un hueco donde dormir, pero el techo bajo y el poco espacio de la habitación las hace un poco “claustrofóbicas”. Son las más estrechas en las que hemos dormido.
