
Ruta de senderismo para todos los niveles
Hoy te presentamos una ruta de senderismo, apta para todos los niveles, y que transcurre de forma circular por la localidad de Villalazán (Zamora) y sus alrededores.
Sin duda es un plan genial para cualquier persona que quiera hacer un poco de ejercicio sin renunciar a una maravillosas vistas panorámicas de la ribera del río Duero, los campos de Villalazán y disfrutar de una tranquilidad difícil de encontrar en rutas similares ubicadas en otras localidades.
Posiblemente y con un poco de suerte, verás conejos, algún zorro y numerosas aves que habitan por la zona. Y para finalizar, puedes tomar una cervecita o comer el menú del día en el bar del pueblo, famoso por sus guisos.
¿Te apetece el plan? ¡Vamos allá!
- LO MEJOR
- Recorrido circular poco exigente.
- Apto para niños con lo que disfrutarás tranquilo de la ruta.
- A 15km de Zamora. Sin problemas de aparcamiento ni aglomeraciones.
- LO PEOR
- Poca sombra, si se realiza la ruta en verano.
- No existe área recreativa ni de descanso.
- A TENER EN CUENTA
- Para comer en el Bar del Pueblo es recomendable reservar con antelación.
- No hay fuentes en el camino.
- Camino sin marcar.
Antes de conocer los detalles de la ruta, te informo como siempre de la importancia de ir siempre bien equipado para desarrollar la actividad con la máxima seguridad. No olvides leer la entrada de EQUIPO USADO para asegurarte de que no te olvidas nada importante 😊
¡EMPEZAMOS!
Cómo llegar ¿Dónde dejo el coche?
La mejor forma de comenzar la ruta es dejar el coche al lado de la Iglesia de Villalazán, que destaca por su altura y su ubicación en el centro de la localidad.
Desde allí y sin dificultar tendremos que dirigirnos a la Calle Príncipe, giraremos a la derecha en la Calle Lealtad y a nuestra izquierda veremos el camino que lleva a la localidad próxima de Sanzoles por el antiguo camino, sin asfaltar.

Normalmente, justo en el jardín continuo a la iglesia, encontraremos una fuente para cargar nuestras cantimploras antes de iniciar la ruta con agua fresquita.
La ruta
Este será el inicio de nuestro recorrido, en el que valoramos que no se transcurra por asfalto en casi ningún metro de la misma.
Una vez en él, ya podremos divisar una magnífica panorámica de nuestro objetivo, la «Peña Corbera» y los molinos de viento que se encuentran en la cresta de esa formación montañosa que nos espera.
Torceremos pasados unos metros por el camino que sale a la izquierda en dirección a una explotación de ovejas, con la Peña Corbera al fondo, y no tardaremos mucho en comenzar a superar desnivel de forma progresiva.


Enseguida nos meteremos en harina. Comienza una ascensión por la ladera norte de la montaña, que nos mostrará la ribera del Río Duero a su paso por Villalazán. Inconfundible en verano por la arboleda y los colores verdes que rodean este caudaloso río.

Apretamos un poco más las piernas para completar el divertido sendero de tierra que nos lleva hacia el vértice geodésico. Este punto nos servirá de referencia para desviarnos a su izquierda con el objetivo de avanzar hacia una pequeña ofrenda que se hizo a la Virgen del Canto, famosa en la zona.

En este segundo hito de la ruta podremos tomarnos un respiro y observa la ribera del Duero, las vistas de la zona que dejaremos a nuestra espalda para regresar a Villalazán vía los molinos de viento.

Un sendero poco marcado pero que se intuye por estar transitado por algunos coches y viandantes nos llevará hacia la Peña Corbera, punta que da nombre a la ruta que hoy tratamos.
Será al llegar a este punto donde veremos los efectos de la erosión que ha hecho el viento sobre la roca, dejándola desnuda y mostrándonos sus diferentes estratos.

Las vistas son increíbles en este punto. Pudiendo «arriesgar» hasta llegar a la misma punta desde donde el cortado nos ofrece una vista genial. Será este el punto que eligiéramos para hacer una parada y comernos algo de frutos secos, pues las vistas lo merecían.
Nos imaginamos el atardecer desde aquí, mirando al oeste, con el sol cayendo entre los campos de regadío que abundan en la zona, y nos preguntamos si seremos los primeros que hemos pensando en que un banco aquí sería ideal para disfrutar de la estampa.

Una vez allí, descendemos por una pendiente con algo de desnivel pero sin apenas dificultad. Más que prestándole atención al paso más expuesto es fácil superar el desnivel negativo sin tener que repetir sendero.

Tras superar el desnivel, el camino nos llevará hacia nuestra izquierda y continuaremos avanzando por el sendero hasta llegar a un pequeño árbol que sirve de monumento a un peregrino del Camino de Santiago caído en esta localidad.
Se trata de un homenaje que colocaron sus amigos en recuerdo de esta persona, y que a nosotros nos vale de referencia para saber cuándo debemos torcer a la derecha para iniciar el camino de regreso a Villalazán.

Tras superar el desnivel, el camino nos llevará hacia nuestra izquierda y continuaremos avanzando por el sendero hasta llegar a un pequeño árbol que sirve de monumento a un peregrino del Camino de Santiago caído en esta localidad.
Se trata de un homenaje que colocaron sus amigos en recuerdo de esta persona, y que a nosotros nos vale de referencia para saber cuándo debemos torcer a la derecha para iniciar el camino de regreso a Villalazán.

Solo nos falta adentrarnos de nuevo en Villalazán por la misma calle que salimos y disfrutar del buen rato de ejercicio y turismo rural que hemos hecho tomando un refresco en el Bar.
¡Muy recomendable este paseo por tierras zamoranas!
Está muy bien
Me ha hecho mucha ilusión ver este reportaje de mi pueblo, pues es la primera vez que veo algo de allí. Soy hijo del pueblo, que me fui de allí hace la friolera de 70 años; pero lo llevo en mi corazón siempre. Vivo en el Norte de España y cada vez que puedo voy a ver a mi familia del alma.
Gracias por darme esta oportunidad de saludar a mi pueblo. l
Abrazos para todos.